La mayor fiesta del agua en la tierra


Imagen vía paludario

Desde el 14 de junio hasta el 14 de Septiembre, el “Agua y su desarrollo sostenible”, son el eje temático de la “Exposición Internacional Zaragoza 2008”, la misma que se desarrolla en distintos pabellones que analizan: “el agua para la vida”, “los paisajes del agua”, “el agua, recurso escaso” y “el agua como elemento de relación entre los pueblos”, en 25 hectáreas a orillas del río Ebro.

Se tiene previsto que alrededor de 6 millones de personas visiten la muestra, que no solo contempla atracciones y espacios emblemáticos, sino que ha sido concebida como una verdadera operación urbana que busca la transformación de la ciudad, con la inversión de nuevas infraestructuras en movilidad, medios de transporte, puentes y autopistas; proyectados en algunos casos como laboratorios de arquitectura, que buscan una comunicación entre innovación técnica y estética.

Sin duda, elegir el tema del agua, en el siglo XXI, es un acierto no solo desde el punto de vista lúdico y de conservación del ecosistema, sino que además a través de este concepto se intenta mostrar a España como un país avanzado tecnológicamente y comprometido por la defensa de la naturaleza y particularmente de un bien tan escaso pero a la vez esencial en la vida de los seres humanos como es el agua.

En el discurso inaugural el Rey Juan Carlos, tomando las frases del mexicano Octavio Paz, ha dicho que “»El agua habla sin cesar y nunca se repite«, llevándonos a reflexionar respecto de la importancia de este bien, y de lo efímera que se vuelve con el paso del tiempo, sin que nuestra generación aún alcance a comprender esta realidad.

Algunos gobiernos y organizaciones no gubernamentales han puesto dentro de los temas de debate, la obligación que tienen los Estados y la comunidad internacional de garantizar la accesibilidad del agua a todas las personas en el planeta. Sin embargo, son pocas las acciones que se toman para volver realidad esta aspiración, y aún se persiste en un manejo irresponsable de deshechos, utilización excesiva de productos tóxicos, tala indiscriminada de bosques, entre otros, que lo único que hacen es volver más vulnerable a nuestro ecosistema.

No se trata de caer en extremismos y frenar el desarrollo económico, simplemente es momento de desarrollar políticas que permitan que al realizar la explotación de recursos, se cree el menor impacto posible en el medio ambiente, y que se logre una concientización entre el habitante y su entorno natural, a través de un crecimiento equilibrado y respetuoso.

En el caso de la Expo Zaragoza es el agua el elemento utilizado para unir a los pueblos; del mismo modo que los ríos realizan una acción de acercamiento entre la ciudad y sus habitantes, al convertirse estos en la imagen de su turismo, y como espacios productivos, culturales, de encuentro, y naturales.

Así para este cuencano, el Tomebamba y sus aguas, siempre serán ese complemento, con la ensordecedora melodía de su inesperado caudal, que enamora con los besos que brotan del Amancay de sus orillas.

Lo publiqué en Diario El Mercurio